Estas son algunas de las frases que escuchaba en momentos muy difíciles para mi familia.
“Con éstos estudios, ni aquí ni en China volverás a tener un bebé, si no es in vitro”.
“Mamita, ojalá el médico te diga que Diosito te mandó a mi hermanito en tu panza”. Mi hijo Mayor 8 años. (No había esperanza de embarazo)
“¿Uds. Saben qué es Síndrome de Down?” Al lado de la incubadora
“Tienes que ser fuerte, tu hija tiene un año de probabilidad de vida” Apoya a tu esposa, no le digas nada. (Le decían a mi esposo)
Vasculitis en nuestro Pablito nos pausó la vida, esta es una historia brutal de fé y milagro. Son algunos grandes milagros de nuestras vidas. Fueron momentos de pruebas en las cuales nos dolió y mucho se lloró, pasó de todo, (terapias, hospitales, internaciones, sobrepeso, búsqueda de ayuda, hasta el quebrantamiento familiar).
Solo Dios tenía planificado todo, moldeó nuestra actitud, personalidad y compromiso en medio de todas esas situaciones, lo minimizó, porque eso es lo que fue, comparado a lo que vivimos hasta hoy con nuestra familia.
Conocer a Cristo fue la mecha encendida que activó nuestros dones y talentos como padres y esposos. Tenemos algo en común, que es ser la mejor versión y mejorar nuestro legado de padres, brindando a nuestros hijos las mejores experiencias y valores; el amor a Dios, la humildad, el trabajo, responsabilidad con alta dosis de pasión en lo que hacen.
El amor por mi tricolor, las canchas y los deportes me llevaron a buscar alternativas para estimular a mis hijos, hasta que empezamos con las carreras pedestres de bajos kilometrajes para mejorar nuestra salud. Y bueno nos gustó madrugar, je.
Empezamos a notar que rompía esquemas de salud física y mental en la vida de mis niños. De acuerdo a su estado biológico empezamos a entrenarlos.
Fuimos deportistas, hoy no somos atletas élites, pero somos padres comprometidos a formarnos e informarnos, el dinero no accede a cuantiosas terapias, escuelas integradoras, evaluaciones interminables y más.
Llevamos un estricto control de salud real y con criterio. Una Olimpiada cambió todo, exigí sólo ver deporte el tiempo que duró y me la di de comentarista, gritamos, nos emocionamos, imitamos.
Bolt fue quién quedó en nuestros corazones, además de las marcas de mi Pablito para las OOEE Bolivia.
Resumiré solo nuestro recorrido deportivo:
Los hermanos de Pablito.- su compromiso aumento a medida que le mostraban lo hermoso de ésta nueva etapa con acción y amor. Son los primeros entrenadores definitivamente, y quienes transmiten la adrenalina del gusto por el deporte, nosotros, los padres y familiares decoramos el ambiente y las circunstancias para que sus experiencias sean las mejores. Sin excusas, porque ningún pasado de tu infancia, te define la clase de Padre que podes ser.
Desde bebés, empezamos en la Villa Olímpica y con todos los parques urbanos. Mas grandes con el básquet, voleibol, atletismo, futbol, ciclismo y natación.
El coliseo conoce nuestros gritos en Departamentales, Nacionales, la Asociación de Vóley y Básquet (LIBOBASQUET).
En el Tahuichi iniciaron con el atletismo, gracias Profe Carmelo y seguimos en la Villa Olímpica. Empezaron las Olimpiadas Especiales. (Gracias a la Lic. María del Carmen), no me quedé con los brazos cruzados, Pablito el Atleta y toda la familia de voluntarios. La experiencia más hermosa del mundo, es ver tus hijos ayudando a la organización, los atletas, conocer otro nivel deportivo y familias únicas, ver lágrimas de felicidad por doquier, mi nenita como voluntaria desfilando con su atleta respectivo y mi hijo mayor sé que jamás lo olvidará.
El GACIP fue un aporte para los hermanos, nada como una dosis de respeto por nuestros símbolos Patrios, los Himnos y el amor a nuestra Patria hermosa.
Mi esposo nos inició con el ciclismo, el amor y su compromiso es un privilegio, empezamos juntos, luego nuestros hijos, sobrinos, amigos. Así empezó otra historia de campeonatos, nuevos retos personales y familiares, hasta fuera del país (Gracias Manfred y Rossy).
Los “Pluris” en San José de Chiquitos como olvidarlos, Pablito representante del Centro Pierino de Mairana en atletismo, regresamos con medalla de oro!!! (Gracias Directora Sonia, profe Mauricio, y todos los maestros del Centro).
Hoy la Natación, con emoción nuestra nena avanza, Pablito con un mixado de técnicas para superar sus retos con el agua (mil gracias profe Yoly, OoEe Bolivia, Maria del Carmen y programa con voluntarios, Club Medley).
Mis hijos son 3, quien escribe una joven de 42 con 6 embarazos, 3 cesáreas, histerectomía y desahuciada por los traumatólogos a no volver hacer deporte.
No es vanagloria, es porque decidimos cambiar nuestra historia y ahora puedo decir: INYECTENME MAS “CRISTOMICINA” Y VERÁS LO QUE HAGO.
Todo es una decisión personal y actitud. ¿Cuesta?, Si y mucho, pero nada es imposible.
Ahora dirán, ¿por qué agradecer?, Porque Dios es bueno y perfecto. Si estamos hoy en pausa, con actitud de renovarnos, reinventarnos y formarnos es nuestro compromiso personal, familiar, para dar por gracia lo que por gracia y bendición hemos recibido. (Gracias Chicho-Marisa Iglesia Puertas Abiertas, Atletas de Cristo SCZ)
Hace algunos domingos participamos de nuestras primera carrera virtual, no significa que estamos ajenos al dolor, también hemos perdido familia y amigos. Solo que tenemos diferente forma de canalizar el dolor, a través de la oración y deporte.
Les deseo de corazón muchas bendiciones y éxitos, esperando que estas disciplinas sean consideradas alternas a estimular el desarrollo saludable, competitivo e íntegro de todos en general.
“CREO LO QUE DIOS DICE DE MIS HIJOS Y FAMILIA”
Ingrid Camacho Aguilera – TEAM López – Camacho